El agua que parecía brotar infinitamente empobreció a paso lento en el 2018. Las disminuciones pequeñas, pero constantes, pasaron casi desapercibidas para quienes se bañaban en las profundidades de la poza de la comunidad. Pero un día, la alerta de que el único nacimiento de agua de la zona se estaba secando corrió como pólvora