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La comunidad de Cabañas que detuvo la minería metálica en 2017

17 diciembre, 202411 min read

Por más de 10 años, la comunidad de Santa Marta ubicada en Cabañas, ha sido referente de lucha contra proyectos extractivistas. La primera amenaza la vivieron entre el 2004 y 2005, cuando la empresa Pacific Rim, se instaló para hacer exploraciones. La respuesta de la comunidad fue la organización, que concluyó con una ley que detuvo el avance de la minería metálica en 2017, convirtiendo a El Salvador en el primer país del mundo en aprobar una prohibición total.

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¿Cómo se lucha contra la minería metálica en El Salvador? 🧐 En #ClavesParaLaAcción conversamos con Videlina Morales, quien lucha contra esta industria desde hace 20 años. 👀 ⬆️ #PeriodismoDeSoluciones #ElSalvador #MineríaMetalica #ProyectoLava

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Pero en medio de este proceso hubo encarcelamientos, amenazas e incluso activistas asesinados.

Este panorama, denuncia la comunidad, parece repetirse ahora con cinco ambientalistas que están siendo juzgados desde el 2022 por un supuesto crimen cometido durante la guerra civil salvadoreña. De ese proceso ya fueron absueltos, pero la sentencia fue anulada. Los activistas sospechan que esta acción judicial es una represalia por su labor en la defensa del medio ambiente.

Recientemente, Nayib Bukele expresó abiertamente la posibilidad de retomar el proyecto minero, a pesar de las innumerables advertencias de daños irreversibles en el medio ambiente.

Vidalina Morales, activista de 56 años, fue una de las protagonistas de la lucha en la que se sumergió Santa Marta para sacar a Pacific Rim. Actualmente es la presidenta de la Asociación para el Desarrollo Económico y Social  (ADES). En esta entrevista, Vidalina Morales narra las claves que sirvieron para detener la minería que amenazaba con afectar el medio ambiente de su comunidad, las reservas de agua y la calidad de vida en el departamento.

¿Cómo inició la lucha contra la minería en Santa Marta?

La lucha empieza con una demanda de la comunidad. En el 2004 las comunidades estaban preocupadas porque había un intento de avanzar con la minería y es que no era no era nada sencillo, es que la empresa Pacific Rim, como se llamaba antes, había explorado la zona de los proyectos mineros en Cabañas y estaba lista para explotar la mina.

Entonces ahí es donde las comunidades empiezan a sentir la preocupación y ahí fue cuando llegan a ADES y yo pues reconozco la lucha que se estaba haciendo ya contra la minería en departamentos vecinos como Chalatenango, ahí se estaba librando una batalla campal prácticamente.

¿Por qué consideraron que la minería era una amenaza?

Entendimos que proyectos como la minería vendrían a destruir nuestro medio ambiente, a contaminar el agua, (…) entendiendo que el país es altamente vulnerable ante el desarrollo de megaproyectos como la minería.

También tienen sus impactos en las comunidades aledañas (…)  atentan contra la vida de los habitantes de las comunidades en los territorios, pero también atentan directamente contra la vida de las mujeres. Donde hay proyectos mineros, se agudiza la problemática de las mujeres. Por ejemplo: se escasea el agua y se ven más enfermedades de transmisión sexual, porque la minería pues es es un es una industria donde al final son hombres los que los que los que laboran dentro de sus proyectos, que dejan a sus esposas en sus casas y allí de alguna u otra manera estas se generan prostíbulos donde están los proyectos.

¿Cuál fue el proceso que llevaron a cabo para organizarse?

La empresa había hecho el proceso de exploración y ya presentaba el estudio de impacto ambiental, que ellos mismos lo habían elaborado. Cuando las comunidades se enteran que ya el avance era significativo, pues cuestionan al ministro de al ex ministro de Medio Ambiente de ese entonces y nos dijo: “lo que les toca que hacer es presentarme un informe técnico, necesito pruebas técnicas, si ustedes están convencidos que eso va a afectar”.

Justamente en ese momento, ADES como organización asume el reto de hacer de contratar a una persona experta, al doctor Robert Morán. Él revisó el estudio de impacto ambiental que la empresa había presentado y encontró grandes vacíos.

Entonces con ese documento retornamos desde las comunidades al Ministerio de Medio Ambiente y se lo presentamos y el exministro lo toma y llama a la empresa minera Pacific Rim para pedirle que solvente los hallazgos que había encontrado el doctor Morán en la revisión del estudio y pasaron los años de lucha que nosotros caminamos en este proceso y la Pacific Rim nunca presentó nada.

Fue ahí donde se empiezan a fortalecer otros esfuerzos. Por ejemplo: se fortalece la organización comunitaria esta lucha, se hizo a través de procesos formativos, de charlas comunitarias.

¿Cómo actuó la minera frente a este tipo de organización?

Hay una particularidad de los proyectos mineros y es que donde se instalan una de las primeras acciones que hacen es dividir a la comunidad, comprar voluntades. Esto se vivió en Cabañas, yo recuerdo en esos tiempos la tremenda división, había mucha gente que estaba a favor de la empresa, un buen grupo de gente que estaba en contra también de la empresa porque, claro, sentían la amenaza a la destrucción de su suelo, de sus terrenos de su la contaminación del agua.

Pero ese grupo también que estaba a favor de que se explotara la mina. Era un grupo que de alguna manera estaba pagado por la empresa, porque sucedió un caso muy fuerte en Cabañas y es que la empresa fue tan astuta que empezó a a hacer favores a las comunidades. Por ejemplo: arreglaban los caminos vecinales, arreglaban las iglesias, jugó mucho con este tema de pintar las iglesias y de llevar regalos a las escuelas, como un cuaderno y un lápiz.

Esas cosas le sirvieron mucho a la empresa para ganar, digamos, aceptación, pero como si eso fuera poco también tuvo un control perfecto de los tomadores de decisiones del departamento.

¿Qué peligros corrieron por defender el medio ambiente?

Se sufrió mucho de división social en los territorios de Cabañas, amenazas, encarcelamiento. En el 2007 alrededor de unos 10 compañeros fueron enjuiciados con un proceso de meses y en el 2009 hubo asesinatos y la Fiscalía hasta este momento no ha hecho su labor de investigar cómo ocurrieron estos asesinatos.  En junio del 2009 asesinan a Marcelo Rivera, uno de los primeros que sintieron la amenaza del extractivismo en el departamento de Cabañas, él era maestro de profesión, director de la Casa de la Cultura. Fue torturado, secuestrado y finalmente asesinado. En diciembre (del mismo año) asesinan a Ramiro Rivera y fue justamente un 20 de diciembre. Un 6 de diciembre asesinan a Dora Soto, una mujer embarazada de 8 meses. Todavía las llevo muy presente porque fue muy duro para nosotros.

¿Cuál es su recomendación para enfrentar estas amenazas?

Hay que fortalecer esa organización comunitaria, pero hay que buscar alianzas (…) apoyos tanto locales como nacionales, hay que hacer un buen uso de los medios que tenemos a nuestro alcance. 

Hay que fortalecer esas alianzas internacionales y no hay que tener miedo, no tengamos miedo. Creo que si nos ven quizás solos es posible que tengan más valor de de amedrentar o de separarnos de las luchas, pero si ven luchas unificadas, como creo que ha sido el caso de la lucha nuestra, pues tienen un poquito más de temor de de hacer alguna acción contra contra las comunidades.

¿Cómo culminó en 2017 el proceso de protección de la comunidad que realizaron ustedes?

Desde el 2006 nos mantuvimos en esa resistencia de querer un marco jurídico que prohíba la minería metálica y en eso luchamos. La ley que prohíbe la minería se alcanzó en marzo del 2017. Para nosotros son victorias que este pueblo salvadoreño ha logrado alcanzar, gracias a todo ese esfuerzo movilizador, desde las comunidades. Ese esfuerzo articulador a nivel nacional e internacional y creo que si nos hemos salvado, pues ha sido por todo ese esfuerzo de lucha comunitaria de muchas mujeres principalmente, porque en esta lucha ambiental, debo decir con toda sinceridad, que tiene rostro de mujer.

¿Cómo evalúa la postura actual de El Salvador frente a proyectos mineros?

Las leyes se flexibilizan para que el extractivismo pues… vaya a su ritmo y eso ha pasado en El Salvador. 

Verónica Martínez

Verónica Martínez

Periodista graduada de la Universidad de El Salvador. Trabajó como periodista en La Prensa Gráfica. Ha realizado investigaciones sobre la Memoria Histórica salvadoreña en 2023.

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